Según la ve Ramiro de Abecedarios
Amores Perros me gustó. 21 Gramos también (aunque recuerdo haber dicho que si la película no hubiese estado compaginada en trocitos de atrás para adelante, sería una pelí más del montón). Con esos antecedentes, me mandé a ver Babel.
Se ve que el director tuvo éxito con los inversionistas porque se mandó una superproducción en tres continentes, y en vez de tener en el plantel a un mexicanito lindo y a un argentino que le haga la música... tuvo al mismo mexicanito lindo que ahora lo conoce todo el mundo, y al mismo argentino que ahora porta un Oscar en su haber. Y además a Brad Pitt. Y a Cate Blanchet.
Empecemos diciendo que yo soy un amante del cine. No como la revista El Amante que nunca gusta de ninguna película. Yo amo el cine y no espero darle 10 puntos para decir que una película “se puede ver”. Como amante del cine, voy haciéndome aliados, y los voy siguiendo en sus carreras. Así llegué a Babel, por su director (no me pidan que escriba el apellido porque es re difícil).
Termino de ver la película y me cuesta decidirme. Me cuesta decir lo que hay que decir. Busco la forma de hacerlo. Busco el mensaje. Trato de ver si está camuflado de metáfora. No me sale. Es decir: me sale pero no como yo quiero y desisto, buscando otro camino. Entonces lo digo y listo: Babel es una mierda bien hecha. Lo dije.
Es que hay películas que no necesitan un argumento complejo como 12 Monos o Underground para ser buenas. No me entiendan mal. Con películas en las que la trama es casi nula he salido encantado. Pero Babel no fue el caso. Expongo por qué.
Babel trata de varias historias, muy levemente conectadas, en las cuales sufren los protagonistas y también el espectador. Eso es lo que determina que diga que está bien hecha. Logra que sufras. Logra que te espantes un poco con imágenes como una gallina en plena decapitación o una cosida de puntos en condiciones precarias y sin anestesia. Logra que los actores se conviertan en parte de vos y te hagan casi gritar desesperado. Pero al final de la película te preguntás para qué. Es que no aprendiste nada. No sacaste ninguna conclusión, aunque más no sea de esas tristes y llenas de impotencia que te muestran la cara triste del mundo en que vivimos. No lograste cumplir ningún objetivo en la vida –ni en la tuya ni en la de los actores- y te queda la sensación de haber sufrido al divino botón.
Entonces volvés a buscarle el hilo conductor. “¿Historias de malos entendidos?” No, no todas. “¿Injusticias?” Tampoco. Buscás algo que justifique tu sufrimiento y nada.
Entonces te quedan las imágenes bien logradas, la música muy protagonista (hay quienes sostienen que si en medio de una película lográs pronunciar la frase “qué buena la música” es que te estás aburriendo), los guiños a Kusturica, la experiencia cinematográfica y nada más. Lo lindo de ir al cine.
Advierto: muchas películas cuyas expectativas fueron altas, decepcionaron en la primera vez; pero al cabo de un par de años uno pesca la misma en la tele, empezada, se engancha y –ya más relajado- dice que no era tan así lo que uno pensaba. Me ha pasado con glorias como Pulp Fiction. Y si pensamos en este ejemplo traído al azar de mi memoria, quizás veamos que mi cerebrito sigue tratando de hacer fuerza por Babel para hacer un gol sobre la hora, ya que Pulp Fiction se ajusta bastante bien a la definición de “historias levemente conectadas que te hacen sufrir”.
Bueno, me fui por las ramas y no dije lo más importante: ¡Chicas! ¡A Brad Pitt lo avejentaron! En fin. En caliente me es difícil ser categórico y con la seguridad de ser objetivo. Quizás tendría que esperar un año para escribir la crítica. Pero ya a nadie le importaría. Si sos amante del cine, creo que tenés que verla. Y mucho mejor si vas ahora, antes de que gane el Oscar, porque después te va a costar más todavía aceptar que fuiste por eso a verla.
***Nota para Freaks (que no fue)*** Volvía del cine con una genial, viendo que el nombre real de la piba japonesa era Kojí, pero resultó ser del actor que hace del padre. Una pena; hubiese estado genial.
8 comentarios:
Jajajaja! Cada vez me gustan más las críticas de este pibe :D
Le pongo un 9, vea
Nota para freaks: A Brad Pitt no lo avejentaron! Ya está hecho mierda hace rato :P
Coincido bastante, Ramirín. Hay cosas que me quedaron en el tintero. Fui con muchas expectativas (por su director, por las críticas, por recomendaciones varias, por Gael, por Brad Pito) y, por lo general, cuando le pongo los fichines a una peli antes de verla me quedo con un gustito raro después.
Creo que le di una sobreinterpretación a algunas partes, quedé con ganas de más en otras.
En fin...no me defraudó pero tampoco me fascinó
gabriel: Eh! más respeto! "Señor Pibe"! El 9 se lo pone a la película o a mí
Psico: Ramirín se asocia a lo de pibe. ¡Todos me quitan edad!
Lo mejor es ir a ver películas de Francella, bajas expectativas. Uno nunca sale defraudado.
(ahora que sé que hay comentarios, me zarpo haciéndome el dueño del boliche)
Señor Pibe Ramirín: Sabe que tiene las puertas del boliche abiertas. Canilla libre de zarpazos.
Güeeeenassss... suelo pasar por acá, pero, por esas cosas de la vida, no acostumbro comentar. Esta vez me cuesta irme sin dejar un comentario.
Ramiro, entiendo todo lo que decís, pero no coincido con tu opinión; así que, en son de paz (obviamente), pondría un café en el medio y charlaría con vos un rato. (Digo esto porque lo que quede acá escrito no sé si sea tan fructífero como podría serlo en una conversación).
Veamos, no vi “Amores perros”, siempre digo que voy a hacerlo y siempre que la pasan me la pierdo. Sí vi “21 gramos”, y me pareció una reverenda porquería (subjetividad) con buena actuación.
“Babel” me gustó, y mucho. Creo que es una película que habla, principalmente, del HOMBRE, del hombre en su pura esencia. De las necesidades de cada ser humano, ya sea de afecto, de cuidado médico, de dinero, de diversión, de sexo, de trabajo, de comunicación, uf... del hombre, del ser humano.
“Babel” habla del hombre, y cómo las fronteras, las culturas y los IDIOMAS nos distancian, nos diferencian... cuando en esencia, —a pesar de aquellas diferencias— cuando el hombre se enfrenta al DOLOR, al sufrimiento, eso nos confraterna. Uno entiende y sufre y se angustia con los distintos personajes aunque quizás lejos estemos de eso que les pasa.
Vos decís: “Logra que los actores se conviertan en parte de vos y te hagan casi gritar desesperado. Pero al final de la película te preguntás para qué. Es que no aprendiste nada. No sacaste ninguna conclusión, aunque más no sea de esas tristes y llenas de impotencia que te muestran la cara triste del mundo en que vivimos.” Y coincido con la última parte, pero no con la primera; creo que la finalidad, el para qué, es precisamente tomar conciencia del abismo absurdo en el que nos sumergen las políticas y las fronteras.
Y considero, asimismo, que la película es una patada a los huevos en especial para la cultura estadounidense... razón por la cual dudo si ganará el Oscar como mejor película. La cultura “yankee” es la más cerrada, la que tiene miedo al otro, la que no entiende razones, la que trata al otro de terrorista o de inmigrante ilegal y poco le importa el individuo, pues simplemente generaliza.
En fin, esto me está quedando larguísimo y es apenas un esbozo. Obviamente quizás haya quienes no coincidan conmigo, pues es una opinión subjetiva, no busco debate, sólo decirte por qué a mí sí me gustó.
Y la música me pareció EX-CE-LEN-TE... no sé quién habrá dicho eso de que “si en medio de una película lográs pronunciar la frase ‘qué buena la música’ es que te estás aburriendo”, pero personalmente tampoco comparto tal opinión. Cuando la música de un film, así éste sea excelente, es tan buena que te hace prestarle un segundo de tu atención, es una satisfacción extra.
Bueno, un saludo y hasta la próxima.
Al brazo
C.
Ramiro: Yo la fui a ver ayer. Coincido con Carpe, la peli me gustó.
Dejame decirte, con todo respeto, que creo que si llegás a que "Babel trata de varias historias muy levemente conectadas" te han mostrado una película que no es la de González Iñárritu en cartel en este momento. La conexión e implicancia de tres historias remotas es el eje mismo del argumento sobre el que se teje la trama.
Escribís que al final "te quedan las imágenes bien logradas, la música muy protagonista (...)los guiños a Kusturica, la experiencia cinematográfica y nada más. Lo lindo de ir al cine."
¿Y eso te parece poco? ¿Qué otra cosa esperabas aparte de una experiencia cinematográfica, de lo lindo de ir al cine?
Un abrazo y esperando por supuesto que no tomes a mal mi participación en el diálogo.
PS: ¡Armemos un blog-foro de cine! Me interesa el intercambio de puntos de vista. Saludos.
bueno... claro que no lo tomo a mal.
Lo que esperaba es que me deje pensando en algo. Que me haga sufrir con algún propósito y no simplemente por el hecho de "probarme".
Efectiva, a nivel cinematográfico, lo fue, porque logró transmitirme todo lo que sentían los personajes, y MAS. Esa cosa latente que finalmente no ocurría y que hacía que estemos todos temblando por miedo a que a la japonesa se la violen o que salte por el balcón, o que Gael tire un tiro al aire que mate a alguien. Todo eso ¿para qué? ¿qué quería que nos quedásemos reflexionando?
Si fuese Lars Von Trier, bueno... me deja pensando. Pero Babel fue como mi tía Rosa: me hizo sufrir al pedo.
(igual se que con el tiempo le voy a tomar más cariño a Babel, o quizás la entienda :S)
Coincido en que es una buena película y no creo que no la hayas entendido. En tal caso, deberías verla por segunda vez para confirmarlo.
Voto por el blog-foro de cine que propone cerebro-magnético.
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