No se puede vivir siendo conscientes todo el tiempo de que nos vamos a morir y que por eso estamos todo el tiempo tratando de darle un significado a nuestra vida. Pero tampoco se puede vivir negando nuestra finitud y por tanto pensar que el significado de nuestra vida está en el pasado (el pasado es el lugar más lejano a nuestra muerte, que está en el futuro).
Tiene que haber un punto medio.
Mi punto medio es el arte.
El arte en sí mismo: la literatura, la actuación, el humor.
Pero también, el arte de atender en forma multidisciplinaria todas las facetas de mi ser.
Soy mujer. Soy hija. Soy hermana. Soy madre. Soy laburante. Soy escritora. Soy lectora. Soy actriz. Soy profesora. Soy amiga. Soy socia. Soy compañera. Soy amante.
Cuantos más compartimentos de mi personalidad están funcionando bien, más feliz soy. Y cuando encuentro una manera de integrarlos, haciendo que el crecimiento en uno nutra el crecimiento en otro de mis aspectos, me siento eufórica, como en el filo de un descubrimiento excepcional, una iluminación, un secreto del universo.
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